
La verdad es que, como se ha mencionado antes en este blog, nadie necesita hoy al tren. El mercado no requiere de sus servicios. No tiene sentido una implementación forzosa insustentable. Es cosa de ver lo que sucedió con el Biotren en la VIII región, donde su tasa de uso resultó demasiado baja (los carros corrian vacios el 80% de las veces), con las consecuentes pérdidas financieras.
Probablemente la mala experiencia del biotren hizo que los directivos de EFE reevaluaran (en realidad evaluaran por primera vez) la viabilidad del servicio al sur. Dichos estudios de viabilidad efectuados por EFE, mencionan que el servicio no está en condiciones de competir con medios más baratos, como los buses o el avión, por lo que el servicio no será provisto. Así de simple y claro.
Son altos los costos producto de tomar decisiones basadas en impulsos políticos por sobre consideraciones técnicas. Es decepcionante que políticos de derecha, como el Sr. Allamand, que se supone conocen bien los fundamentos de los mercados y los sistemas económicos, aparezcan efectuando declaraciones políticas como para congraciarse con el discurso "políticamente correcto" de querer un tren para Valdivia. Bueno, en general los políticos sólo tratan de cuidar los votos de la gran masa votante.
No es ético promover que el dinero de todos los chilenos se dilapide en proyectos que significan una constante pérdida social. Existen muchas otras necesidades reales en donde los fondos estatales pueden ser eficientemente asignados.