domingo, 24 de enero de 2010

¿Cuál calentamiento global?


Europa vive una de sus peores temporadas invernales. En varios países, las temperaturas han bajado drásticamente, registrando mínimos históricos (por ejemplo, 45 grados bajo cero en Noruega). Los servicios de transporte aéreo y terrestre se han suspendido en varias zonas. En Inglaterra la situación es particularmente dramática, pues se teme que el extremo frío afecte al suministro de gas en ese país. En Gran Bretaña, la ola de frío provocó la muerte de 26 personas y por primera vez en 140 años, se congeló el lago Serpentine de natación al aire libre del Hyde Park.
Sin embargo, así y todo los ambientalistas insisten en que el mundo atraviesa por una etapa de "calentamiento global". Es de suponer entonces, que las actuales temperaturas no serán registradas para el cálculo de la "temperatura global".
Si los ambientalistas europeos fueran consecuentes con sus discursos debieran entonces calentarse ahora con energía proveniente únicamente de fuentes "alternativas": eólica, placas solares, mareomotriz, etc. Sin embargo, lo más seguro es que los inconsecuentes activistas ambientalistas se calefaccionan con energía nuclear, petróleo, leña, etc. De lo contrario morirían  de frío, puesto que las denominadas "energías alternativas" no dan el ancho para las demandas energéticas reales.
Esto demuestra el poco sustento que tiene el discurso ambientalista, que antepone las ideologías por sobre las evidencias realmente científicas.
Al respecto, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, organismo creado por la ONU) admitió que no existen pruebas científicas suficientes sobre el rápido derretimiento de los glaciares del Himalaya, como fue pronosticado en el cuarto informe de evaluación publicado en 2007, y ha pedido disculpas por su error. Según dicho informe, para el año 2035 esos glaciares "desaparecerían por completo".
Está claro que muchos de los "científicos" del IPCC  son traicionados por sus supuestos e hipótesis basados más en una visión política que en la aplicación del método científico.

lunes, 11 de enero de 2010

La demagogia chavista

El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, advirtió ayer a los comerciantes de su país que podría ordenar la expropiación de aquellos negocios que incrementen los precios de forma excesiva, a raíz de la devaluación del bolívar que anunció su gobierno el viernes y que hoy entrará en vigor. Chávez hizo un llamado a los dueños de los comercios a no intentar sacar ganancias excesivas, porque de lo contrario podría ordenar a los cuerpos de seguridad del Estado que tomen los negocios en cuestión.


El Mandatario venezolano advirtió que la Guardia Nacional, el Ejército y las milicias saldrán a la calle a combatir la "especulación" de algunos comercios que quieren incrementar de forma "excesiva" los precios de los productos importados. El Presidente advirtió que los negocios que sean intervenidos serán puestos en manos de "los trabajadores, del pueblo" para instaurar un nuevo sistema de comercio "socialista".


Seguro que todas estas palabras deben hacer emocionar hasta las lágrimas a muchos políticos pro-chavistas en latinoamérica. Todos aquellos que añoran la política basada en la borrachera colectivista ven en Chávez una suerte de guía espiritual. Y lo peor de todo es que este tipo se cree el cuento. Está convencido que es el único iluminado que puede guiar los destinos de una nación e, incluso, un continente.


Al respecto, el gobierno venezolano destinará este 2010 un abultado presupuesto para financiar el culto al Presidente, equivalente a US$ 65 millones. Dentro de este presupuesto está contemplado el gasto para los servicios de información, impresión y relaciones públicas, que supera lo que el Estado dispondrá en 2010 para la Policía Nacional y es 15 veces más de lo destinado por el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia para la prevención del delito.


La campaña más grande es la del Bicentenario, con un despliegue de afiches que muestran a Chávez montando a caballo, con guayabera amarilla, y un grupo de jinetes que lo siguen, con la leyenda "200 años después, independencia y revolución". Carlos Berrizbeitia, ex diputado que ha investigado los gastos presidenciales, afirma que este presupuesto se usa para fomentar el culto a la personalidad, pues la mayoría de los anuncios de las instituciones estatales se centra en la imagen de Chávez, y no existe un control ni rendición de cuentas.


De esta manera, es claro que el payaso Chávez representa lo peor de nuestra sufrida latinoamérica: la ignorancia, la arrogancia y la prepotencia. (La ignorancia es atrevida).