El rayado de la cancha
El objetivo de este blog es analizar cómo gradualmente se instalan en nuestra sociedad planteamientos que son aceptados en diversos grados, pero que a veces apuntan contra las bases mismas de dicha sociedad.
Concretamente, desde los albores de las civilizaciones existen dos coordenadas básicas que actúan como garantes de la existencia de dichas civilizaciones: los sistemas económicos que las sustentan y la convivencia pacífica que justifica la existencia de los Estados.
Respecto al primer punto, existe hoy en el mundo cierto consenso de que no se puede operar de espaldas a los sistemas económicos, concretamente los mercados y el capital. Hoy en día se acepta que la economía de libre mercado es básica como motor de desarrollo. Sin embargo, este piso básico debe también necesariamente ser intervenido o ajustado por el Estado para corregir algunas desviaciones. Actualmente, la mayor parte de los países latinoamericanos adhiere a esta postura, con la excepción de Cuba, Venezuela, Bolivia y, recientemente, Ecuador.
Respecto al segundo punto, es preocupante que Chile, al igual que otros países, comience a aprender a convivir con realidades delincuenciales, en un gradual proceso de adaptación que no se sabe donde puede terminar. El fenómeno delictivo puede llegar a causar graves problemas de desintegración social y, en consecuencia, terminar con el Estado tal como lo conocemos. Es urgente asignar costos reales a las actividades delincuenciales si se quiere realmente evitar un problema que más tarde puede no tener solución.