lunes, 28 de diciembre de 2009

La cultura piquetera argentina



La prensa señala que los poderosos sindicatos argentinos, con fuertes lazos con el gobierno, paralizan empresas con abierto respaldo de la presidenta Cristina Fernández, quien ayer declaró que prefiere “el ruido de la democracia” al silencio. Pero a medida que los polémicos piqueteros incrementan la presión sobre los supermercados como Jumbo, para que regalen cajas de ayuda, incluso dentro del gobierno temen un escenario donde vuelvan los saqueos. Según muchos observadores los piqueteros mantienen lazos difusos con el gobierno y muchas veces resultan instrumentales para los intereses de la autoridad. De esta manera, se ha validado en Argentina el derecho a exigir privilegios mediante el uso de la violencia.


Sin embargo, esto no debiera ser algo tan sorprendente si se considera que Argentina ha vivido décadas de regímenes asistencialistas. Generaciones completas de argentinos no conocen otra realidad más que la del asistencialismo desbocado.


Tantos años de "estado de bienestar" han terminado destruyendo el vínculo entre esfuerzo y recompensa, elemento indispensable en el desarrollo de las naciones. Hoy en día el argentino piquetero promedio piensa que su progreso depende únicamente de las dávidas estatales y no de su esfuerzo personal y, por su parte, los gobiernos promueven esta percepción como una manera de mantener el clientelismo electoral. Los gobiernos populistas saben que la única manera de mantenerse es promoviendo el asistencialismo financiado con el dinero ajeno, provisto por un acorralado sector privado agobiado por los impuestos.


Es una pena que en Argentina el gobierno siga secuestrado por demagogos y populistas cuyo único afán es parasitar del Estado y ganar elecciones ofreciendo el dinero ajeno. Los argentinos no merecen esto. Argentina tiene un enorme potencial para desarrollar su economía con un alto valor agregado. Este potencial puede desplegarse completamente sólo cuando la clase gobernante asuma verdaderos valores libertarios que privilegien el emprendimiento y desarrollo individual por sobre consideraciones colectivistas.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Cumbre de Copenhagen

Para quienes aún dudan de las raíces rojas del activismo “verde”, las siguientes imágenes despejan toda duda.



Al parecer, hay activistas que aún no se enteran que su lucha es para cuidar el medio ambiente y no para agitar banderas y consignas de los años 60-70. Cómo se nota la influencia de muchos hippies trasnochados que lideran la causa comunista ambientalista. Esta influencia no es menor si se considera que afecta incluso a connotados científicos que son capaces de falsear información científica con tal de fundamentar posiciones ya no científicas, sino que claramente  ideológicas, como sucedió en el reciente escándalo conocido como "climategate".