martes, 6 de marzo de 2007

Transantiago

TransantiagoAun cuando van varios días desde que se inició este nuevo sistema de transporte publico, todavía se está lejos de lograr un funcionamiento medianamente regular. Existen estudios (L&D) que denuncian gruesos errores de diseño como, por ejemplo, una estimación insuficiente del número de buses necesarios para cubrir la demanda, así como un escaso conocimiento de los hábitos de transporte de diversos grupos de usuarios.

Todo esto pone en evidencia lo siguiente:

  • La falta de rigurosidad con que se llevan a cabo  importantes proyectos financiados con presupuesto fiscal. Lo más probable es que en el diseño del sistema participaron más políticos que técnicos.

  • El costo creciente que significan los proyectos de infraestructura en centros urbanos sobrepoblados. Por otro lado, el parque automotriz en Santiago aumenta a un ritmo (100.000 autos/año) que ningun sistema de autopistas podrá soportar en el largo plazo.

  • La ausencia de Políticas Nacionales de Infraestructura que aseguren eficiencia en el uso de recursos fiscales.

  • Lo lejos que estamos de llegar a ser "jaguares". Si existe falta de prolijidad para los grandes proyectos, ¿cómo será para las pequeñas cosas del trabajo rutinario?


No hay que olvidar que todas estas cosas se ven desde afuera. No estamos proyectando una muy buena imagen con  este despliegue de desatinos.

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