La semana pasada estuvo en Chile Michael Porter, ocasión en que efectuó un diagnóstico acerca de la competitividad del país: "Vine a Chile hace tres años y quedé preocupado, vuelvo hoy y ahora sí que estoy muy preocupado, porque no veo que Chile tenga una estrategia de país. La ausencia de una estrategia a nivel de país repercute directamente en las cotas de crecimiento de largo plazo. Hay que plantear un escenario de amplio debate público-privado sobre el futuro y el desarrollo económico. Pero no lo veo".
En cierto modo, el diagnóstico de Porter no es muy novedoso, pero tiene el valor de quién lo dice. Es ya sabido que la mayor parte de las diferencias en el crecimiento de distintos países se origina en la Productividad Total de Factores (PTF). La PTF es todo aquello que no se logra explicar por los aumentos de capital y trabajo y tiene que ver básicamente con la eficiencia en el uso de recursos. Generalmente esta eficiencia se explica con base en el desarrollo tecnológico, capacidad innovativa, definición de estrategias transversales a los sectores industriales, desarrollo de clusters y cadenas de suministros, entre otras variables que aumentan la eficiencia.
Según un informe del Banco Central, en Chile la principal variable explicativa de crecimiento durante 1961-1973 fué la contribución del capital, durante 1974-1989 el trabajo, y durante 1990-2003 la PTF. Actualmente, según Nicolás Eyzaguirre, los países competidores más o menos logran explicar la mitad de lo que crecen gracias a la PTF. En Chile, la PTF no explica más que un 20% o 30%, es decir, estamos perdiendo entre un punto y un punto y medio porque la PTF no está avanzando suficientemente rápido.
De este modo, hoy día es vital definir estrategias de crecimiento que apunten a introducir culturas y prácticas de innovación en todos los sectores productivos. El Estado debiera definir una "Política de Ciencia y Tecnología" que se traduzca en el aporte de más fondos para proyectos de innovación que tengan directo impacto en la productividad y menos fondos para aquellos proyectos de innovación que solamente desemboquen en "papers". También el Estado debiera considerar de una vez por todas la reformulación de los sistemas educativos, privilegiando la calidad y profundidad de contenidos de excelencia, por sobre consideraciones únicamente pedagógicas o de prácticas didácticas.
Finalmente, al sector privado también lo corresponde una importante responsabilidad. Es conocida la desidia y resistencia que tienen muchos empresarios para innovar dentro de sus empresas. Es necesario que esta conducta sea completamente modificada introduciendo una verdadera cultura innovativa al interior de las organizaciones. Lo contrario significaría que el país terminará lleno de empresas de retail o exportadores de materias primas que no generan ningun valor agregado.
Los siguientes links permiten bajar material de las presentaciones en Chile:
3 comentarios:
Felicito por haber traído nuevamente a M.Porter del cual uno siempre saca algo en limpio. Creo que la competitividad es la base acompañando de innovación tecnológica y búsqueda constante de nuevos mercados. Hay posibilidades de conseguir algún Power Point de su presentación? Muchas gracias. Ing. Javier Grassi - Concordia - Argentina
Estimado Javier, gracias por visitar este blog. Al final del artículo he puesto dos links para acceder a las presentaciones de Porter en Chile. Saludos.
Claudio Solís, Valdivia, Chile.
Estimado Claudio,
Muchas gracias. Estuve en Chile hace 2 años y fue un placer ver la visión de las cosas que tienen Uds. Productividad, Competitividad, educación, etc. entre otras cosas. Los felicito.
Le saludo muy atte,
Ing. Javier Grassi - Argentina
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