
El discurso común de sociólogos y psicólogos es que estos grupos se forman básicamente en el contexto de una búsqueda de espacios de expresión y de identidad propia, debido a que la sociedad no satisface sus expectativas.
La mayor parte de estos grupos son inofensivos y no se diferencian mucho de algun grupo de interés normal. El problema son aquellas tribus urbanas de carácter abiertamente violentista y delictual. Hay una línea muy delgada entre este tipo de tribus y el pandillismo común y corriente.
Es peligroso tratar de justificar el accionar delictual de muchas estas tribus apelando a que "estos chicos solamente buscan un espacio de expresión". He escuchado a varios sociólogos argumentando de esta forma.
Ningún acto delictual es justificable. Las tribus urbanas deben validarse en base al respeto a las personas y a la propiedad pública y privada. Sólo en estos términos pueden ser aceptadas en el seno de una sociedad no excluyente.