Hoy el Consejo Nacional de Innovación presidido por Nicolás Eyzaguirre entregó al Gobierno el "Libro Blanco" que contiene las bases de una estrategia de innovación para el país.
El documento incluye pautas para el fomento de 11 sectores productivos, entre los que destacan el Outsourcing y la Acuicultura.
Es probable que algunos sectores del mundo académico reclamen acerca de la excesiva instrumentalización en las orientaciones de investigación e innovación que sugiera este documento. Sin embargo, hay que reconocer que este es el primer esfuerzo que se efectúa para poder tener una mínima Política Nacional de Investigación y Desarrollo.
Es de todos conocido que los fondos que hoy se invierten en estos ítems, básicamente a través de Conicyt, significan un prácticamente nulo retorno para el país. La mayoría de estos "proyectos de investigación" sólo sirven para generar "papers" que tienen un bajísimo impacto en el desarrollo del país. El mundo académico debe hacerse cargo de esto y también el sector privado que siempre ha sido reacio a invertir en I&D.
Por otro lado, muchas de las investigaciones financiadas con fondos nacionales y extranjeros, terminan siendo capitalizadas en el extranjero (aplicándose en algo y patentadas) mientras que el investigador nacional debe conformarse con el "reconocimiento" por haber hecho una publicación ISI. Me viene a la mente la analogía de cuando los indiecitos se quedaban contentos con los espejitos que les regalaban los españoles, mientras éstos se llevaban el oro.
Es hora de alinear los fondos disponibles para I&D con las reales necesidades estratégicas de desarrollo nacional.
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