A propósito del incendio de un centro del Sename, en donde murieron 10 jóvenes retenidos por conductas delictuales, el senador Escalona presentará una querella por cuasidelito de homicidio en contra de quienes resulten responsables del hecho. Esto me recuerda cuando apareció una campaña-humorada llamada "piteate un flaite", la diputada Carolina Tohá interpuso sendos recursos de amparo en favor de supuestos "perjudicados" por esta "campaña".
Aún cuando estas acciones apuntan en una dirección correcta, resulta extraño que nunca se ve a estos congresales reaccionando con la misma rapidez y diligencia cuando se trata de defender los derechos de trabajadores honestos que son víctimas de la delincuencia diaria que nos afecta. ¿Porqué tienden a simpatizar más con las capas sociales que rodean el fenómeno delincuencial que con las capas sociales que rodean a la clase trabajadora?.
Creo que este desabalance en las prioridades puede acarrear graves consecuencias toda vez que los delincuentes comienzan a percibir que son tomados en cuenta como actores sociales y, por lo tanto, el delito se valida como una actividad social más, como tantas otras.
En el ámbito de la educación preescolar, a las estudiantes de Educación Parvularia les enseñan que cuando dedican demasiado tiempo en lidiar con los chicos de carácter conflictivo, los pequeños de buen comportamiento comienzan a creer que hay que portarse mal para tener la atención de la profesora. Por esta razón las educadoras no interactúan mucho con los chicos de mal comportamiento.
Un criterio semejante debiera guiar el actuar de las autoridades. De lo contrario un número creciente de jóvenes se dedicaran a la delincuencia para "sentirse tomados en cuenta" por congresales despistados. Además de que es buen negocio delinquir, es más rentable que un trabajo normal y sus costos penales son bajísimos (cuando los hay).
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