Como era de suponer hubo un nuevo 11 de septiembre con más delincuencia y lumpen descontrolado. Esta fue la crónica de un vandalismo anunciado puesto que estos hechos eran claramente previsible toda vez que, como ya he dicho en este blog, las autoridades no hacen nada para evitar que estos hechos se repitan y, por lo tanto, la horda delincuencial está cada vez más atrevida.
No queda ninguna huella de motivación política en estos hechos. Todo es 100% delincuencial. Sin embargo, el gobierno sigue pensando que este es un problema que se arregla sólo sociológicamente. Todavía existen dudas de si conviene o no asignar costos a ejercer la delincuencia. Mientras tanto, muere un carabinero, otros quedan heridos gravemente, el comercio cierra ante sus puertas, las oficinas del centro también, todo el mundo se encierra antes en sus casas por temor a ser agredido por las hordas, hay saqueos y robos, etc.
Para colmo, en una manifestación anterior un senador desubicado (Navarro) se hace el agredido por carabineros en una situación que el mismo provocó, en una marcha en la que participaba apoyando a los agitadores que actúan en conjunto con el lumpen.
Con este tipo de congresistas no vamos a llegar a ninguna parte. Claro que fueron elegidas democráticamente por el "pueblo". Sería interesante saber el número de votos que obtuvieron de parte de la clase delincuencial. Así como vamos los delincuentes conformarán un importante sector al que los políticos deberán escuchar para obtener sus votos. A lo mejor esto ya está ocurriendo y por eso estamos como estamos.
A propósito, la semana pasada anduve por Santiago y, no sé si es la moda o qué, pero observé que gran parte de la gente (sobre todo los jóvenes) se expresa, actúa y viste como delincuente. Tienen aspecto de chusma, hablan puras estupideces que delata su ignorancia y se comportan con una mala educación de la que más encima hacen gala...
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