sábado, 16 de agosto de 2008

Innovacion y mercado

Es ampliamente conocida la importancia que tiene la innovación como factor de crecimiento y progreso económico. Sin embargo, muchas veces se cree, por una parte, que la innovación es el único camino para lograr dicho crecimiento y, por otra parte, que la innovación es sinónimo de incorporar un alto valor agregado en términos tecnológicos, al punto que se hace la equivalencia innovación = avanzadas tecnologías.

Básicamente, innovación es aplicar una nueva idea en respuesta a una oportunidad de mercado. Esta nueva idea  puede ser algo conceptualmente simple, pero que rápidamente "prende" en el mercado. De este modo, si en el mercado hay una gran necesidad de tomates, una nueva idea de sistema de riego que incremente la capacidad productiva de tomates constituye un valioso aporte innovativo.

Por lo tanto, es  falsa la disyuntiva entre explotar commodities o desarrollar tecnologías. En términos de mercado no existe tal dicotomía. Si el mercado mundial mantiene una alta demanda de celulosa y un país como Chile tiene ventajas comparativas para atender esta demanda, entonces se debe aprovechar esta oportunidad de mercado y, como consecuencia, desarrollar y aplicar tecnologías de innovación que ayuden a enfrentar de mejor forma dicha oportunidad de mercado.

No es lógico pensar que un país plantee sus políticas de crecimiento sólo en el desarrollo y aplicación de avanzadas tecnologías, dando las espaldas a las oportunidades de mercado y a las ventajas comparativas. El capital siempre acudirá a la opción que resulte más rentable. Si hoy Chile exporta cobre y luego importa alambre de cobre, es porque esta es la opción más rentable, el costo de los factores productivos para producir alambre de cobre es más bajo en otros países.

Si China está dispuesta a fabricar casi todo en el mundo, a muy bajo costo, entonces no tiene sentido invertir en fábricas en otras partes del mundo, excepto donde existan ventajas comparativas. El capital y el mercado se mueven solos. No hay necesidad de que con la excusa de la innovación, los países intenten pautear las decisiones de inversión.

sábado, 2 de agosto de 2008

El software libre es una utopía



En una entrevista efectuada a Alexey Leonidovich Pazhitnov, ruso creador del juego Tetris, afirma que "...el software libre nunca debería haber existido y a día de hoy no debería existir. Y le diré por qué: el software libre destruye mercado. Allí donde con el esfuerzo de grupos de personas se construyen posibilidades de mercado, de riqueza y de prosperidad, llega gente irresponsable y crea desarrollos alternativos que hunden a las empresas. Y eso no es bueno para el desarrollo de la tecnología; el software libre no tiene proyección de mercado, no crea riqueza, sólo es una muestra de rebeldía estéril... Lo cierto es que las ideas de Richard Stallman pertenecen a una época pasada en la que sí tenían sentido: en los setenta y los ochenta, y yo también participé de esa actitud cuando era joven. Entonces no había posibilidad de negocio y parecía lógico compartir los desarrollos en el ámbito universitario para que crecieran. Hoy en día hay un mercado y nosotros hemos crecido...".

Estas declaraciones de Alexey se suma a otras de similar tenor. Lo cierto es que hoy en día existe un mercado que impone exigencias de calidad y de continuidad en las herramientas de software. Las empresas no pueden asegurar su viabilidad comprando o desarrollando soluciones ad-hoc desarrolladas con software libre. Las empresas requieren (y están dispuestas a pagar por ello) soluciones basadas en herramientas de software confiables, con desarrolladores capaces de responder adecuadamente a exigencias de mantenimiento o reconfiguraciones.

A modo de ejemplo para el caso de las herramientas ERP, las empresas van a seguir prefiriendo comprar licencias de SAP antes que instalar por cuenta propia algún engendro basado en Compiere, una herramienta de software libre. Van a preferir el costo, prestigio y probada calidad de SAP por sobre una aventura de bajo costo, pero cuyos resultados finales no los garantiza nadie.