
La verdadera razón del actual desastre financiero ser relaciona con el desorden y falta de profesionalismo con que ha operado la banca estadounidense, prestando dinero a clientes con dudosa capacidad de pago. El problema se vió amplificado por las gigantes hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, las cuales no prestan directamente a los compradores de vivienda, sino que compran las hipotecas aprobadas por las entidades que prestan el dinero, y luego las venden a inversionistas. De esta forma, los bancos otorgaban irresponsablemente créditos hipotecarios los cuales eran adquiridos por Fannie Mae y Freddie Mac quienes posteriormente los vendían a grandes bancos de inversión. En ninguna parte de la cadena se realizaban ni los más mínimos análisis de riesgo, de manera que cuando la morosidad en los pagos creció a niveles insostenibles Fannie Mae y Freddie Mac no pudieron responder por las hipotecas adquiridas y con esto arrastraron a casi todo el sistema bancario de EEUU.
Esta falta de profesionalismo y rigurosidad es la principal causa del actual desastre. Ni más ni menos. EEUU que siempre criticaba el "desorden" con que se manejaban las economías latinoamericanas, ahora resulta ser el líder en el desorden del manejo financiero, como cualquier república bananera. Al respecto, es muy pertinente la crítica formulada recientemente por Alejandro Foxley: “los bancos que se desordenaban, que no tomaban resguardos para prestar, que prestaban a clientes que no podían pagar no son los bancos de los países en desarrollo, sino que los bancos de los países desarrollados”.